Para el Feng Shui, el arte milenario chino de origen taoísta que estudia la armonía entre las personas y los elementos que les rodean como luz, colores y la simetría y la distribución de los espacios, estas piedras emiten buena energía en el ambiente y se recomienda su colocación en función de las necesidades energéticas o saludables que tiene cada persona para conseguir un bienestar físico y psíquico. Los maestros del Feng Shui recomiendan utilizarlas tanto para el hogar como para el lugar de trabajo.
Si se opta por esta sal en la alimentación como sustituto de la sal blanca, debemos saber que su uso recomendado según la Organización Mundial de la Salud es de no más de 5 gramos al día, igual que para la sal blanca.
La sal cristalina del Himalaya es un condimento de alto valor nutricional pero que no aporta calorías, pudiéndose usar tanto de modo interno como solución en bebidas, agua salina, isotónicas, para cocinar, como externo para baños, lavados purificantes, cataplasmas e inhalaciones.
Para evitar crear cercos en la superficie en la que la guardamos es recomendable poner un plato debajo que recoja toda la sal que va soltando.
Sal de Himalaya con molinillo se vende normalmente en botes de cristal, de unos 125 – 200 gr, que tienen incorporado un molinillo mecánico y tapadera. Se utiliza sobre todo en alta restauración como salero en la mesa.
La lampara de sal colores es recomendada para la cromoterapia y junto con la lámpara de sal blanca se utilizan mucho en técnicas de terapias naturales ya que ayudan armonizar y a equilibrar la energía, mejorando la salud de las personas. La lámpara de sal blanca suele tener un precio más elevado pues esta sal, que se obtiene desde el mismo origen que la sal rosa, es más escasa.
En su composición tiene alrededor de 84 sales minerales y se recomienda su uso como la alternativa saludable de la sal blanca. Si te gusta mantener un buen estado de salud y cuidar tu cuerpo, la sal del Himalaya para cocinar es la alternativa más saludable, pura y ecológica.
Sal de Himalaya tabla para cocinar, es un nuevo formato que se vende principalmente en tiendas online gurmet. La tabla de sal rosa para cocinar te permite cocinar directamente encima aportando a la comida el punto de sal en su cantidad justa. Para calentarla se pone directamente sobre el fuego, como una plancha y se puede cocinar carnes, verduras, pescados o fruta si le quieres dar un punto de sal.
Al ser de sal natural, si la estancia tiene mucha humedad se produce un mayor grado de absorción de la humedad del ambiente y la sal se derrite. Para evitar que se derrita fácilmente se recomienda no colocarla en lugares de fuente de humedad continua como cocina o baño.
Si quieres comprar sal rosa del Himalaya para cocinar la puedes encontrar en diferentes formatos:
Las lámparas de sal de roca pueden presentarse en su formato natural de extracción con diferentes tamaños o en formatos de roca pulida con diferentes formas y tamaños como pirámides, cuencos, portavelas…, con una fuente de energía integrada o con soporte para velas:
Éstas lámpras suelen tener un peso importante, es recomendable no dejarlas cerca de los niños para evitar accidente.
La extracción natural de la piedra de sal del Himalaya proviene de la mina de sal de Khewra, una caverna subterránea de más de 100 kilómetros cuadrados, en la cordillera del Himalaya de la región de Punjab en Pakistán. Se cree que se creó hace más de 200 millones de años atrás, cuando las capas de sal de mar cristalizada quedaron cubiertas por lava que con el tiempo se convirtió en roca. La capa protectora de lava conservó y mantuvo en estado puro los cristales de sal y por ello podemos contar aún hoy en día con una sal ecológica y sin intervención de la humanidad moderna.
Reduce la humedad en las estancias. En los días de más humedad en el ambiente verás que la lámpara suelta sal porque la cantidad de humedad que absorbe es mucho mayor, y la sal se derrite con mayor facilidad, si ocurre esto también es un símbolo de que la piedra de sal rosa es natural. Es muy importante limpiar periódicamente con un paño para no dejar que se acumule la sal en la base.